Se ha demostrado que realizar actividad física moderada tres o cuatro veces por semana permite que el organismo alcance un equilibrio único: que la «edad» del funcionamiento de nuestro cuerpo se corresponda con la cantidad de años vividos. Cuando ambas edades -la biológica y la cronológica- se encuentran, ocurre un retraso natural del proceso de envejecimiento.De visita en nuestro país para asistir al XVI Congreso de la Federación Iberolatinoamericana de Cirugía Plástica, que finalizó anteayer en esta ciudad, el doctor Vila-Rovira presentó los resultados de sus trabajos para retrasar el envejecimiento en más de 500 pacientes realizados en los dos últimos años.
Para conocer la edad biológica de los pacientes se les realizó una prueba antienvejecimiento, que consiste en tomar muestras de saliva, orina y sangre para procesarlas y obtener un esquema de los lugares más vulnerables del organismo marcados a través de puntos verdes, amarillo y rojos.
Esos puntos, que el paciente observa en pantalla junto al médico, indican la severidad de la acumulación natural del estrés oxidativo, es decir, el desequilibrio entre la producción de radicales libres (oxidantes) y la acción de las defensas naturales (antioxidantes). A mayor estrés oxidativo, mayor velocidad de envejecimiento y de aparición de enfermedades. «Luego de tres meses de cuidar la nutrición y de hacer ejercicio físico, ningún paciente redujo la edad biológica menos de 5 años», afirmó el especialista español, que recomendó combinar tres veces por semana ejercicios de estiramiento, entrenamiento del equilibrio, trabajos livianos de musculación y ejercicios aeróbicos, como caminar, trotar o andar en bicicleta, según la edad. «Si sólo se piensa en correr, está mal -dijo Vila-Rovira-. Tampoco hay que pasar el límite físico que cada uno tiene, porque el ejercicio generaría más estrés.»
Una sesión ideal, para el experto, tendría que incluir: 30 a 40 minutos de caminata o trote suave, 10 minutos de una rutina de musculación con peso ligero y 10 minutos de ejercicios de estiramiento, que deberían repetirse varias veces al día.
Otros hábitos, como la alimentación y el cigarrillo, conspiran contra nuestra edad biológica. «Es definitivo: si uno quiere vivir más y mejor, el cigarrillo hay que abandonarlo», sentenció Vila-Rovira.
En cuanto a la comida, el experto insistió en el concepto de «alimentación equilibrada», en lugar de dieta restrictiva. «No se trata de comer sólo lechuguita y un trocito de algún tipo de carne, sino de aprender a comer de todo y en las porciones adecuadas -insistió-. Si uno se pasa un día con una comida, todo consiste en saber cómo contrarrestar ese aumento de calorías.»
Esta buena educación alimentaria incluye: respetar las cinco comidas diarias, comer cada dos horas, no ingerir cantidades mayores que las que necesita el cuerpo, tomar agua durante todo el día para hidratar las células y aumentar el consumo de verduras y frutas. «El estrés oxidativo es un indicador de enfermedad. Las células se van cansando a lo largo del día y de los años y, en definitiva, son las que sufren y se lesionan cuando no se las trata bien», señaló Vila-Rovira.
Como especialista en cirugía estética, plástica y reparadora, el cirujano español destacó la diferencia que él junto a su equipo comenzó a ver en los pacientes que se sometían a cirugías estéticas y que enseguida comenzaban a realizar actividad física. El especialista recomendó prepararse para una cirugía estética dos meses antes, con ejercicios de estiramiento y de musculación con poco peso.
Fuente: lanacion.com.ar
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