Las consecuencias de la anorexia volvieron a ser noticia por la muerte de la modelo brasileña Ana Carolina Reston Macan . La joven de sólo 21 años medía 1,74 metros y apenas pesaba 40 kilos. Pese a su bajo peso se sometió a un régimen de comidas que se basaba sólo en el consumo de manzanas y tomates. Desde el 25 de octubre estaba internada en un hospital de San Pablo al que ingresó por una insuficiencia renal. Los últimos días, según el diario «Folha de Sao Paulo», tuvo además problemas respiratorios, de tensión arterial baja y una infección generalizada.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria «son enfermedades psiquiátricas cuyos síntomas se relacionan con la imagen corporal y los hábitos de alimentación, además de las dificultades afectivas y de relaciones interpersonales. Pueden producir secundariamente graves alteraciones clínicas «, explica un informe del Hospital Italiano de Buenos Aires. Las dos enfermedades más comunes, destaca la prestigiosa institución, son la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa: enfermedades graves ya que casi la mitad son crónicas y hasta un 10-15% de las personas que las padecen muere a causa de ellas.
La anorexia nerviosa consiste en «una alteración grave del comportamiento alimentario que se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales. Generalmente la pérdida de peso se consigue mediante una disminución de la ingesta total de alimentos. Aunque los anoréxicos empiezan por excluir de su dieta todos los alimentos con alto contenido calórico, la mayoría acaba con una dieta muy restringida, limitada a unos pocos alimentos», explica la Fundación para la Mujer y los Trastornos Alimentarios, Docencia, Investigación y Prevención (FUMTADIP).
La bulimia, por su parte, destaca FUMTADIP, es menos evidente que la anorexia. Esta enfermedad de causas diversas, produce desarreglos en el comportamiento y en la ingesta alimentaria con la alternancia de períodos de compulsión para comer (atracones) con otros de conductas compensatorias inadecuadas (dietas abusivas, provocación de vómitos, ingesta de diversos medicamentos -(laxantes y diuréticos-, etc).
Según una reciente encuesta realizada por BACE ( Centro especializado en la prevención, investigación y tratamiento de bulimia, anorexia y sobrepeso), entre el 12 y el 15% de los adolescentes argentinos padece bulimia o anorexia . También se estableció que el 90% de los afectados son mujeres y el 10% restante son varones, aunque este porcentaje ha ido en aumento en los últimos años. El mismo relevamiento arrojó que el 70% de las adolescentes de entre 13 y 14 años quieren estar más delgadas, y el 10% expresó actitudes desordenadas al comer. «La detección precoz de un trastorno alimentario es de fundamental importancia, ya que el inicio del tratamiento, en estados tempranos de la enfermedad, aumenta las posibilidades de curación «, explicó Edith Szlazer, directora médica de BACE . Por otra parte, cada 100 pacientes de BACE, 69 padecen bulimia y 31 anorexia. La bulimia es con frecuencia diagnosticada después de los 18 años, y en los últimos años se ha incrementado a un ritmo más rápido que la anorexia.
En general los padres nos preguntamos si algunas conductas de nuestros hijos son en realidad «caprichos de adolescentes», si obedecen «a una crisis de crecimiento» o si «son comunes a todos los chicos». Muchas veces no asociamos algunas actitudes que aisladamente no son importantes, pero que en su conjunto pueden conformar una patología alimentaria grave», explica la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia. Es necesario entonces aprender a detectar la enfermedad.
Desde su página web, BACE brinda la posibilidad a los adolescentes de completar un test online de autoevaluación que tiene un carácter preventivo y da una respuesta orientadora. «La intención no es determinar mediante este test si se tiene o no una patología, pero se puede tener una idea de si se puede estar padeciendo un trastorno de alimentación», explica Szlazer. Obviamente, este cuestionario no implica ni puede interpretarse como consejo u opinión de carácter médico, para cuyo propósito se debe acudir en consulta a los correspondientes facultativos y/o especialistas. También los padres pueden contestar un test online para tener una guía de la posible patología que pueda estar afectando a sus hijos.
Por su parte, FUMTADIP también incluye en su página dos test orientativos sobre el tema. Uno es un cuestionario para la evaluación de hábitos alimentarios; que incluye preguntas como si se consume huevos, pollo, pescado o frutas; si se hace dieta, si se consultó a algún especialista o si la persona realiza actividad física. El otro es una evaluación de los Trastornos por Atracón. Allí las preguntas pasan a ser del estilo: ¿Alguna vez sintió que había perdido el control y no podía detenerse una vez que había comenzado a comer? o ¿Ha usado pastillas diuréticas para bajar de peso?
Actualmente la enfermedad se detecta en edades cada vez más tempranas , de entre 6 y 10 años. El 85% de los casos se concentra en la franja de más riesgo que va de los 13 a los 20 años. El trastorno de la conducta alimentaria puede prevenirse y si está instalada, tratarse. Pero para poder hacer ambas cosas hay que estar informados. Y tener en cuenta que la detección temprana de la bulimia y la anorexia es fundamental para su curación.
Fuente: clarin online
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