FON es la comunidad global de internautas que comparten WiFi. Su propuesta es: «comparte tu conexión de cable o ADSL en tu casa o trabajo y podrás disfrutar de acceso WiFi en cualquier lugar del mundo donde haya un punto FON». España fue el punto de lanzamiento de un proyecto que rápidamente se propagó por toda Europa hasta desembarcar en América.
Cada vez más usuarios optan por una red inalámbrica para conectarse en el hogar. No obstante, su puesta en marcha requiere tomar una decisión que puede ser clave, debido al desarrollo actual de las redes WiFi: ¿Debe protegerse o es mejor dejarla abierta a cualquiera? Y en caso de dejarla abierta, ¿se debe permitir el acceso público de forma altruista, o es más conveniente intentar sacar un beneficio?.
Si querés que tu conexión de banda ancha rompa los muros de tu casa, compartila. Esta es la propuesta que hace FON: ser parte de una comunidad global de usuarios de Internet inalámbrica.
Ideado por el empresario argentino Martín Varsavsky, el proyecto FON se propone crear una red de acceso a Internet sin cables con cobertura internacional. Cuantas más personas se sumen a la comunidad, es decir, cuantos más foneros existan, más hotspots habrá disponibles. Para ser un fonero se necesita tener una conexión a Internet de banda ancha, un router especial para compartir el acceso a la web e instalar una aplicación específica para ofrecer y poder disfrutar de la Red.
Según Varsavsky, lo que hace el software de FON es crear una capa de acceso para los usuarios «visitantes» de ese hotspot, donde primero sólo pueden ver la página de validación de FON y, luego de identificarse, pueden navegar por Internet. Los que se autentican de esa forma no pueden acceder a la red local del dueño del router, ya que un firewall dentro de la aplicación separa los diferentes tipos de acceso.
Su creador asegura que FON tiene una forma de acceso seguro a la red, pero no es una red encriptada apartada de la red tradicional. Los datos importantes son los de conexión y esos se validan en el server de FON y, como la validación se da desde el router, si uno quiere los datos de acceso debería interceptar el tráfico que va desde el router FON hasta el modem por el cable que los conecta. Por otro lado, este proceso de validación ya agrega seguridad a la idea tradicional del router abierto, al que muchos techies están acostumbrados.
Para «industrializar» estas redes WiFi «libres», la gente de FON ha creado una especificación para los puntos de acceso, y un sistema de gestión y facturación. También han definido 3 tipos de usuarios: los linus que ofrecen libremente sus puntos de acceso a cambio de usar libremente el resto de la red, los aliens que usan la red pagando por ello, y los bills que cobran la mitad del importe que generen sus puntos de acceso, aunque tendrán que pagar si quieren usar el resto de la red.
Para convertirse en un fonero, como se autodenominan los miembros de la comunidad FON, hay que tener una conexión de banda ancha y también un router Wi Fi, un pequeño aparato que se conecta a la PC y a Internet para compartir la conexión de banda ancha. Este router tiene que ser compatible con el software de FON. Por ahora, los unicos que andan bien son los Linksys WRT54GS/GL y WRT54G, en sus versiones 1 a 4 (ojo: la versión 5 no funciona).
El primer paso es inscribirse en la web de FON (http://www.fon.com/). Hay que dejar los datos y bajar el manual de instalación del punto de acceso. Una vez que el router FON está conectado, detecta la señal inalámbrica de FON a la que se debe conectar el usuario. En la compu, aparece una página web para guiar al nuevo miembro FON en el registro de su punto de acceso.
Pero, ¿cuánto ancho de banda hay que compartir? La sugerencia de FON es reservar un 50% de la conexión para uso privado.
Aunque el usuario puede elegir compartir más o menos. Para tranquilidad del nuevo miembro comunitario, los puntos de acceso FON tienen dos sistemas de contraseñas. El primero funciona sólo en el punto de acceso y sirve para administrar el router. La segunda contraseña es la de usuario FON, para utilizar la red en cualquier parte.
Esta segunda contraseña sólo la obtienen los miembros Linus. Los Bills y Aliens pueden obtener un código de acceso a través de un formulario web, previo pago con tarjeta de crédito, cuenta en Paypal o SMS (que se debita de su factura de telefonía móvil. Pero estás opciones aun no están disponibles, porque en esta etapa inicial FON cuenta sólo con miembros Linus.
¿Qué dicen desde FON a los ISP recelosos?
Que FON no es un proveedor de acceso. Es más, para que una persona se convierta en un miembro de la comunidad FON, necesita tener una conexión de banda ancha contratada. Por lo que FON no es competidor de los proveedores de acceso sino que todo lo contrario, les ayuda a hacer crecer su negocio al aportarles nuevos usuarios. FON por lo que supone de novedoso, hace aumentar la contratación de conexiones de banda ancha y de manera especial a aquellos que faciliten a sus clientes el servicio de FON en sus ofertas de contratación.
En la actualidad, muchos ISP prohiben a sus abonados compartir su conexión de banda ancha. Por eso, los responsables de FON remarcan que no son competencia para los proveedores de Internet. Por el contrario, tratan de tentarlos con la posibilidad de generar nuevos negocios inalámbricos. Por ejemplo, los ISP podrían vender a sus abonados un router Wi-Fi con el software FON preeinstalado.
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