Una fuerte defensa de las inversiones, privadas y públicas, realizó el presidente Néstor Kirchner en un escenario diferente al de sus últimas apariciones públicas, acotadas a los salones de la Casa Rosada. En la inauguración de una planta de la automotriz de capitales franceses Peugeot, el mandatario afirmó que el Estado «tiene que acoplarse a la inversión privada».
«Para nosotros la inversión pública es una columna vertebral», planteó Kirchner en su discurso, en la localidad bonaerense de Villa Bosch. Ocurre en momentos en que, tras conocerse que hasta mediados de mayo, última cifra oficial, las obras públicas ya habían absorbido $2.545 millones del presupuesto anual, algunos economistas mostraron preocupación por el impacto en el superávit fiscal y la inflación.
Kirchner esta mañana confirmó el rumbo de apostar con fuerza a la obra pública. Y también elogió a los inversores privados, incluso haciendo alguna alusión a los orígenes franceses de la empresa que lo recibió en tierras bonaerenses.
«Tenemos empresas que dan ejemplo. No hay que hacer tabla rasa cuando una empresa de un país no funciona, eso no implica desagrado por las inversiones extranjeras», explicó, en referencia a los roces con Francia por la empresa Suez, que se fue de Aguas Argentinas con polémica y roces varios.
En la planta de la automotriz Peugeot, en el partido de 3 de Febrero, se fabricará el modelo 307 sedán.
Fuente: clarin.com, Presidencia de la Nación