Se ha demostrado que realizar actividad física moderada tres o cuatro veces por semana permite que el organismo alcance un equilibrio único: que la «edad» del funcionamiento de nuestro cuerpo se corresponda con la cantidad de años vividos. Cuando ambas edades -la biológica y la cronológica- se encuentran, ocurre un retraso natural del proceso de envejecimiento. ➺seguir leyendo…