El acceso a la información pública y la noción de un Poder Judicial abierto y más transparente son una utopía en la Argentina de hoy. El trillado viejo chiste «¿cuál es el colmo de un bombero? Tener un hijo chorro» podría ser aplicado al ideario penal de Justicia (i)Legítima. Sólo así se puede comprender que hace unas semanas dos jueces de la Sala II de la Cámara de Casación Penal consideraron que «la pena de prisión perpetua no puede exceder los 25 años» y dispusieron que el asesino, condenado por matar a cuatro personas, saliera en libertad. Pese a ocupar el segundo lugar en el podio de los asesinos seriales contemporáneos, superado sólo por Robledo Puch, y a ser condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado, los magistrados Ángela Ledesma y Alejandro Slokar, el delfín de Zaffaroni, consideraron que correspondía aplicar el principio de la ley más benigna en favor del acusado. ➺seguir leyendo…