Lo del miércoles en el Congreso fue maravilloso. Ver a Julio de Vido abrazándose con 95 legisladores que responden a los gobernadores de las provincias que se robaron el país durante el kirchnerismo, los mismos que evitaron su destitución, más por temor a ir presos ellos que por lealtad o convicción, era como estar ante una obra maestra del neorrealismo italiano. ➺seguir leyendo…